marzo 7, 2025

Belgrano sueña una nueva bandera para una nueva sociedad posible.

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Datos:
-El color de los Borbones en realidad era el blanco, pero la banda celeste y blanca que usaban es la de la Real Orden de Carlos III, quien los tomó oficialmente de los colores de la túnica y del manto de la Virgen de la Inmaculada Concepción, Patrona de España.
-Al recibir Belgrano en 1793 su título en Leyes en Valladolid, hizo juramento de defender el dogma de la Inmaculada Concepción. Pertenecía a la Congregación Mariana, cuyo distintivo era una cinta celeste y blanca.
-A su regreso de España fundó el Real Consulado de Buenos Aires y colocó al frente un escudo con los colores celeste y blanco.
-Durante la primera invasión inglesa, en 1806, don Juan Martín de Pueyrredón juntó una tropa de soldados y de trescientos gauchos voluntarios en Luján, y les dio como estandarte el de la “Purísima Concepción”, de colores celeste y blanco, y a cada uno un par de cintas, una celeste como el manto de la Virgen de Luján y otra blanca como su vestido. Con ellas combatieron y así las hicieron conocer.
-La Virgen de Luján, Patrona de la República Argentina y que representa a la Inmaculada Concepción, ostenta nítidamente los colores de nuestra bandera, una franja blanca en el medio y una celeste a cada lado.
-Los colores del cielo. Los mitos compartidos: la Tierra sin Mal de Viracocha y la promesa del Paraíso Cristiano. Los colores de la Virgen donde verter la sangre del sacrificio, de la lucha y de la ofrenda. La bandera de la Pachamama y de María.
-Aprovechar la religiosidad prehispánica y orientarla hacía el cristianismo. Construir el umbral para transitar y unir ambas exteriorizaciones de la fe.
-El principal culto de los pueblos originarios estaba dedicado a la Pachamama: la tierra, la mujer, la fertilidad y la vida. A ella se le hacían las ofrendas para obtener mejores cosechas. Natural transferencia de simbolismo entre la Pachamama y la Virgen María.
-La armonía de dos figuras maternas, nutrientes y amorosas que protegen a quienes se encomiendan a ellas.
-Como los pueblos originarios no tenían una representación icónica de la Pachamama se les hizo sencillo aceptar la imagen de la Virgen María y producir un verdadero sincretismo religioso.

Belgrano escucha en sus sueños a las voces de la Patria describir la bandera
Sueño:

La tierra no nos pertenece, somos nosotros los que pertenecemos a la tierra.
Hay que aprender a decir lo nuestro con palabras nuevas:
Viracocha, es Dios. Pachamama, la Virgen María.
Madre protectora. Tus largos brazos de cielo rodean la Tierra. Tu color es la bandera que llama a la batalla.
Tiahuanaco, es la Patria Grande. Sol del mediodía. Historia amarilla del maíz y el trigo. Imperecedera como el celeste del cielo que abraza este mundo.
Pachamama y la Bandera. Surcos. Eterna veta. Germinal, insondable. Franja de sal de olas invencibles. Espuma que construye el viento. Vestigio del agua. Nubes. Plata torrencial de las cascadas. Cristal salvaje que baja de las nieves y se rodea de franjas de viento azul, lagos primigenios y glaciares eternos.
La bandera y Wilkamayu. Río sagrado, vía láctea, estrellas de sal. Sol Inca. Rayos amarillos que ondulan como ríos de metales sagrados, sobre la blanca arena de la patria.

Y entonces, al despertar, por fin, Belgrano sabe:

Estos son los colores para llenar de vida la tela fulgurante.
Estos son los surcos del agricultor donde verter la sangre.
Y estos son los tiempos de regar la tierra, para que los hijos puedan cosechar la Patria.

                                                                                      Emilio Gauna

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